Todo el mundo sabe que hay que pegarle a Amalek destruirlo y
eliminarlo. Un momento, ¿quién es Amalek? Nosotros somos Amalek. En
cada uno hay un poco de la entidad de Amalek y todo el tiempo que está
la identidad de
Amalek dentro de nuestros corazones aunque lo matemos, no nos
liberaramos de su odio. Aun si colgamos a Amán en un poste de 25
metros pasarán un par de generaciones y llegará otra vez un nuevo
Amalek, esta vez llamado
Sisra o Titus o
Aspasianus o llegará Hitler. Porque todo el tiempo que no
dejas de profanar el pacto del Brit que son el cuidado de los ojos y
bajar nuestro orgullo, le estamos dando la fuerza a Amalek para que
siga viviendo y encuentre
un nuevo perseguidor al pueblo de Israel. Es verdad que la
generación de Mordejai y Esther se salvaron de Amán pero las
generaciones siguientes lo tuvieron devuelta.
Amán se creó por la culpa de nuestros pecados. Cada trasgresión que
hacemos se crea un Amán, un terrorista, un nazi. Si viene un nazi a
matar a un judío yo soy el que lo creó pero si haces Teshuvá
desaparecerá el terrorista el nazi. Nuevamente preguntamos ¿quién
es Amalek? Tendremos que responder:¨yo soy Amalek y todos los día
que yo siga existiendo no podrá
llegar la gueulá¨. Pero si dejo mis errores y me transformo
en un yeudí que cumple con el Brit y disminuyo el orgullo, es decir
que hago un cambio de polo a polo, un cambio total, como se dice en
Purim ¨ve nafoju¨. Naafoju significa que todo lo que planeo Amán
salió al revés. En vez de castigar a los yeudim fueron ellos
castigados, esto nos enseña que cada uno debe hacer un cambio drástico
en Purim.
En Purim se revelan dos cosas: 1. La dulzura que sale del Paraíso. En
Purim todos se elevan y llegan al Gan Edén. Todo lo que comemos y
todo lo que tomamos en Purim es como el vino que guardó Hashem para
la cena que hará cuando llegue el Meshiaj. Todo esto se nos revela en
Purim. La segunda cosa que se revela en Purim según el libro ¨Kedushat
Yom Tov¨ es ¿Quién soy yo de verdad? Justamente en Purim cuando
vemos la preciosura del Gan Edén podemos ver de verdad dónde nos
encontramos. En qué nivel estamos de verdad. Allí nos dejan ver todo
el daño que hacemos con nuestros pecados, hasta que logramos entender
que nosotros mismos somos Aman. Agrega y dice el ¨Kedushat HaLevy¨
que cuando la persona ve su degrado y dónde se encuentra su mente
puede llegar a una desilusión tan grande que se encuentra en peligro.
Ya que él ve los daños que hace, como daña sus ojos, lo lejos que
se encuentra de la fe, y esto lo puede traer a una desilusión total.
Por eso en Purim hay que tomar vino, como dice el dicho: ¨Denle trago
al que está perdido y vino al que esta amargado para que se eleve su
alma, su sabiduría y su mente, y logre cantar y estar feliz. Ya que
cuando la persona descubre y entiende su miseria y se da cuenta que él
mismo es Amán, que es el peor que todos, está la persona en peligro
de caer en una tristeza muy grande, por eso los rabinos decretaron que
en Purim hay que tomar vino…
El efecto del vino hace que en él se cumpla lo dicho ¨Ve naafoju¨,
es decir que todo se transforma en lo contrario, en su opuesto. Por
eso logrará ver el polo opuesto, que aun siendo una persona como Amán
tengo el mérito de rezar Shajarit, de escuchar la lectura de la
Meguilá en Purim, estuve en la Mikve, me puse los sagrados Tefilín,
y logro de tener el mérito de cumplir estas grandes mitzvot, no hay
un Kidush Hashem más grande que esto. Puesto que entre más lejana
está la persona de la Torá y de la santidad del pueblo de Israel, más
se honra el nombre de Hashem cuando hace mitzvot y actos bondadosos.
La alegría en todos los mundos cuando el malvado Amán se transforma
en el bendito Mordejai. Por eso, justo el que sabe que es Amán, puede
tener el mérito de llegar a ser el bendito Mordejai.
El Ari z¨l explica que en todos los Purim nos alumbra una luz llamada
Yesod Aba que no aparece ni alumbra en ningún otro tiempo fuera de
Purim.
Cuando leemos la Meguila se hace un contacto el cual revela la
apariencia de la luz de yesod Aba.
Cada persona recibe una porción de esta luz que le da la
oportunidad a todos para volver en una Teshuva completa.
Mordejai que es el que trae esta fuerza llamada Yesod aba nos trae
milagros. El significado de esta luz es entender y tener la fe que no
hay nada en el mundo fuera de Hashem. Puede ser que esté reinando
Hajashverosh o que hay un Amán que hace decretos en contra del pueblo
de Israel, pero de verdad ellos no existen y
sólo cumplen con el deseo de Hashem. Todo lo que ellos dicen y
amenazan es sólo para que hagamos Teshuvá. En sí todo el Purim es
para que hagamos Teshuvá. Purim no es para hacer locuras o prender
cohetes o dañar y romper la propiedad del vecino. ¡No, no! Purim es
para hacer una verdadera Teshuvá. Así vimos a los Jasidey Breslev de
las generaciones anteriores que en Purim lloraban y lloraban litros de
lágrimas mientras se leía la Meguilá. Durante los bailes derramaban
lágrimas. Eso es lo que se dice en Purim: Jayav Inish le vesumim en
Purim que significa que debemos perfumarnos y nuestros rostros se
enrojecerán de tanta emoción uniéndonos así a Hashem.
Dice el Shulján Aruj que la persona no
debe pensar que porque está perfumado con vino puede no decir una
Berajá u olvidarse que tiene que rezar Arvit con intención. Esto no
es lo que significa le besumin. Le besumi es solamente cuando la
persona no va a despreciar ni siquiera una beraja chiquita o una
costumbre que se hace en Purim. La mitzvá de tomar vino es para que
estë feliz puesto que el vino tiene la fuerza de acelerar la sangre y
sacar en los labios cantos y alegría causada por el vino. Esta alegría
es más fácil de conseguir gracias al vino. En Purim es el día para
agradecer por todo el año. Pero la persona no puede llegar a esta
alegría durante todo el año. Solamente en Purim está permitido
alejar todas las barreras que se tiene por el pensamiento, la mente y
la lógica. Durante todo el año hay que estar con barreras que por lógica
estamos obligados ya que el cerebro limita a la persona y lo obliga a
dominarse. Pero el vino hace justamente lo contrario. Libera la mente
de todos sus límites que lo controlan. Pero en Purim queremos lo
contrario. Queremos quemar todas las barreras que impiden y controlan
la mente. Por eso en Purim entra el vino y sale un secreto. Entonces
se revela en la persona el amor a Hashem, el temor a Hashem. Ya que
cuando la persona está todo el año lleno de amor a Hashem y cercano
a Hashem entonces en Purim todas sus barreras se abre y fluyen alegrías
y felicidad que lo hace bailar y cantar de tanta unión a Hashem. Pero
si la persona estä lejana de la santidad de Hashem y está unido a
las malas cualidades y desprecia al prójimo y habla lashón HaRa, en
Purim esa persona revela sus malos pensamientos que tiene y habla
todos los pensamiento malos que se le ocurren sin importarle que lo
escuchan todos.
Ya que en Purim
se abren todas las barreras que controlan la mente y la persona
puede unirse a Hashem tal como también puede burlarse de la gente y
despreciar a los vecinos y se revela su falta de valorar las mitzvot
del día de Purim. Pero pedimos a Hashem que nos acerque en Purim a
amar a Hashem y tener todo el año presente al Todopoderoso, ante
nosotros, y cuidar las barreras que protegen a la mente y así cuando
llegue el próximo año Purim podremos pasar las 24 horas pegados a
Hashem.
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