TZAMA
NAFSHI SEDIENTA ESTÁ MI ALMA
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PALABRAS
SABIAS Y SAGRADAS DEL GRAN RABINO Y TZADIK, RAV ELIEZER BERLAND SHELITA,
desde Jerusalem
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PARASHAT
VAYETZEÉ
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Nota
del traductor: La intención de
nuestros artículos es dar al lector el conocimiento verdadero del tema de
que se habla y al mismo tiempo
despertar en el lector deseos de tener parte de lo estudiado, lo que
se transformará en rezos en los cuales pedirá ayuda del cielo para llegar
a este nivel. Pero no se intenta que el lector cambie repentinamente a lo
escrito, sino que tome conciencia y busque cómo cumplir algo de lo dicho
aquí por nuestro rabino.
¨VAYIFGA
VA MAKOM¨ El Rabi dice: También cuando se reza,
la Tefilá Shmoná Ezré es considerada
el MAKOM, el lugar.
Durante el rezo de la Tefilá shmoné ezré estás en el lugar verdadero. La
persona que se para a rezar shmoné ezré se encuentra en el Beit Mikdash,
al frente del Kodesh Ha Kodashim, ante la roca que es el cimiento del mundo.
Ël está ahora en el palacio del Rey y cuando uno llega a ese lugar, en
esos momentos, la persona no se encuentra en este mundo, simplemente
desapareció y sólo quedó ahí el Rey del mundo. Entonces la persona
entiende lo que significa ¨MELÓ KOL HAARETZ KEVODÓ¨. Ahora sólo ve a
Hashem. Él no ve nada fuera de Hashem. Cuando llegas a la Tefilá shmoná
ezré y te encuentras con el lugar, te encuentras con tu salvación. Aquí
está el millón de dólares que necesitas. Llegaste al mejor lugar, ¿por
qué te arrancas? ¿Por qué te apuras? Empieza a rezar letra por letra, sílaba
por sílaba, palabra por palabra y recuerda que estás en el palacio del Rey,
al frente de su trono. Por lo menos quédate parado allí veinte minutos. Sólo
te piden un minuto por Berajá. ¿Llegaste a la bendición de
¨Refaenu¨? Aquí está la salud de todo el mundo. ¿Llegaste a la
bendición de ¨Barej Aleinu¨? Aquí está el sustento de todo el mundo. ¿Llegaste
a la bendición de ¨Hashiveinu¨. Llegaste al lugar de la Teshuvá. Si
rezas poco a poco, despacito, verás la salvación de todos. Hay 18 berajot
que equivalen a las 18 a 18 vertebras de la columna vertebral. En el libro
Zohar dice que la Berajá y la abundancia desciende de los mundos más
elevados hasta llegar a los mundos bajos por medio de la Tefilá ¨shmoné
ezré¨. ¿Tú quieres que la Berajá y la abundancia te lleguen a ti? ¿Quieres
tener salud? ¿Quieres tener sustento? ¿Quieres tener una mente despejada?
Sólo por el rezo de la Tefilá shmoné ezré se puede conseguir. Ahora para
y reflexiona. ¿Tú quieres dejar pasar la Tefilá shmoné ezré
apresuradamente? ¿Quieres decirla de un suspiro? Entonces los conductos
para que te llegue la Berajá a ti quedaron ahora tapados. La abundancia no
tiene como bajar a ti. ¿Llegó la hora de rezar Minja? Otra vez estás
apurado? Párate como un hombre, ya que Minja se reza 40 minutos. Ahora
también tú reza 40 minutos. ¿Por qué tienes que ser tú el primero que
termina el rezo? ¿Eres tú el sheliaj tzibur jasan
que tiene que terminar primero? Tú no tienes apuro. Puedes rezar por una
hora si quieres.
El Rabi nos reveló que en la Tefilá se encuentran todas las salvaciones.
No tienes porque temer o preocuparte. Los que te odian te amarán. ¿Temes
lo que será de tu hija? Párate a rezar.
¿Temes lo que será de tu sustento? ¿Tus deudas? Párate a rezar la
Tefilá de shmoné ezré y recibirás todo lo que necesitas.
¿Por qué la persona no reza correctamente? Porque no cree en la fuerza de
la Tefilá. Todo el que no reza como se debe es porque no tiene emuná. ¿Por
qué la persona no reza lento y no pone atención a las palabras que está
diciendo? Porque cree que no necesita de la Tefilá.
Lo que la persona no reza con intención es porque perdió la emuná
y quedó como todas las otras personas de las naciones que viven sin emuná.
Ya que si tuviera la fe integra seguro que rezaría letra por letra y
palabra por palabra y con mucha intención. Si la persona tuviera un poco de
humildad y se rebajara a sí mismo y limitara su vanidad en su pensamiento,
seguro que comenzaría a rezar con intención. Si la persona tuviese su emuná
completa creería que Hashem está frente a él escuchando cada sonido y
cada palabra que sale de su boca y estaría seguro que Hashem escucha todas
sus plegarias y rezaría como se debe. El Kadosh Baruj Hu está esperando tu
Tefilá. Él quiere darte todo lo que tú necesitas. Él quiere traernos ya
al Meshiaj. Él simplemente está esperando que una persona rece con intención
verdadera, un rezo de un corazón roto, un rezo palabra por palabra. Él
simplemente está esperando esto, eso es lo que Él desea. Este es nuestro
problema. Si hubiésemos rezado con intención y letra por letra, el Meshiaj
ya hubiese llegado, hoy día, en este segundo.
¨SE
TOPO CON EL LUGAR, EL MONTE MORÍA¨. Bereshit 28 ,11
Cuando una persona se para a rezar y habla palabras sinceras que salen del
corazón, es como si estuviera colectando aromáticas hierbas y bellas
flores con lindas rosas. Libro Moarán, Torá 65
Cuando una persona camina por el campo y
ve lindas flores, tiene el deseo de llevarse todas las flores del
campo a su casa, y siente que no puede separar del campo ni de las flores.
Igual así debe ser con la Tefilá, el rezo. Toda letra es una linda flor,
cada palabra es un ramito de flores. Tienes que entrar en las palabras,
profundizarte en la Tefilá. Cada letra quiere darte todos los secretos
de la creación, cada una
tiene una bendición para ti. Por medio de cada letra
que lees se te concede otra parte a tu alma. El Rabi dice que
cada palabra que dices te pide y te ruega que no te apures y dice: ¨Yo
te puedo dar todo lo que necesitas, ¿por qué te vas?¨. Toda letra te
atrapa y te abrasa y dice: ¨¡No
te vayas de aquí! ¿A dónde te
vas?¨. Cada letra que dices te da toda la bendición y la abundancia para
todo lo que necesitas tú y para todo el mundo. Ahora puedes
tú también dar y ayudar a todo el mundo. Como nuestro Rabi que
hasta hoy, después de más de 200 años de que falleció, sigue brindando
bienestar y bendición tanto material o espiritual necesitadas para
todas las generaciones, hasta hoy, porque Rabi Najman rezaba por lo menos 2
o 3 horas cada Tefilá y rezaba como llamas de fuego y por eso logro en sólo
38 años cumplir el propósito de su estadía en este mundo,
Inmediatamente cuando sale la primera letra de la Tefilá, como por ejemplo
la letra bet de Baruj, ésta le pide al orante que no se apure y que
diga lentamente la palabra ¨Baruj¨ y le dice: ¨Yo te daré todo, no me
dejes¨.
La palabra ¨baruj¨ incluye en sí todas las bendiciones del mundo. Ya al
empezar el rezo siente el rezador que su alma está por salir de tanta
devoción. Nuevamente, repite y
le dice la letra: ¨Di mi nombre despacio, no te apresures, yo te doy una ¨bait¨,
casa. Mírame. Ve mi resplandor, ve mi belleza¨. Las letras atrapan al
orante y lo detienen para que diga la palabra con toda ¨kabaná¨, intención.
Es tanto así que Rabi Natan pide en su libro de rezos que Hashem le de
fuerza para separarse de las letras.
Hasta los 20 años el joven cree que él vive, que él dirige su vida. La
halajá dice que hasta los 20 años no es castigado por el cielo. Al pasar
los 20 años, de repente se
enferma, su mujer se rompe un pie, al hijo le da pulmonía. Entonces, se
pregunta: ¿Qué está pasando con mi linda vida? Además no entiende que le
insinúan del cielo y le están diciendo: ¨¡Levántate¡ Empieza a rezar
con devoción. Di las palabras con su sentido. Léelas despacio. Di ¨refaenu¨
lentamente y así trae
salud a todo el pueblo de Israel, porque D'os
es un rey doctor fiel y
compasivo. Sólo D'os es un doctor leal, es fiel a ti.A un doctor Cuánto le
importa de ti. Aún el más especialista de los doctores hace todo para su
fama, para su carrera. Eso es lo que le interesa. No es ni fiel ni
misericordioso. Pero Hashem es el rey y doctor fiel y compasivo. Te trata
con todo cariño y no necesita tu dinero, ni tu respeto, ni tu honor, y no
necesita tu apoyo para subir en los escalones de la vida. Ahora estás
enfermo, párate a rezar shmoné ezré y di letra por letra ¨refaenu Hashem
be nerafe, oshienu ve nivashea¨.
Todos
los milagros que necesites están listos para salvarte de toda situación. Sólo
esperan que abras tu boca y pidas ayuda…….
Yosi
y su familia habían vuelto en teshuvá hacía poco tiempo, y todavía
vivían en un barrio secular. Las hijas seguían asistiendo a
las escuelas jilonim y su esposa anhelaba cambiarse de barrio
y de ciudad, y soñaba con mudarse a Jerusalem.
Un día, Ronit, la hija más chica, volvió de la escuela y, ya en la puerta,
reveló su secreto, diciendo: “Papi, papi, tú vas a prender este año la
última vela de Januka en mi clase”. Yosi exclamó, sorprendido:
“¿Por qué yo?”. Ronit respondió: “Es muy simple. La profesora
preguntó quién cuidaba Shabat en su casa, y yo levanté la mano y
dije: ‘Yo’. Entonces, la profesora dijo: ‘Tu papá prenderá mañana
la última vela de Januka’”. Yosi le reclamó: “¿Por que
dijiste que nosotros cuidamos el Shabat?”. Ronit contestó:
“Papi, ¿de dónde iba
a saber yo que eso quería la profesora?”. Y así Yosi relata:
“Al otro día estaba esperando a que mi hija saliera de la escuela y, de
repente, me acordé que tenía que
prender la
vela de
Jánuka en su sala. Entré rápido a la sala de mi hija, la
cual estaba vacía. Cuando pregunté dónde estaban
me dijeron que estaban todos en el gimnasio. Ese día era el día de
la última vela y habían reunido a todo el colegio ahí. Casi como 600
alumnos. Yo no tenía idea por qué estaba parado en el tablado frente a
todos los alumnos y profesores. Levanté los ojos al cielo y pedí a Hashem:
"Ayúdame a santificar Tu nombre". De pronto, se acercó la
directora y me dijo: "Usted diga la berajá y nosotros prendemos
las velas". Le respondí fuerte y bien seguro: "Yo no vine para
hacer la mitad de la mitzvá: o me deja hacer todo o me voy a
mi casa". Me dejó tranquilo y se volvió a su lugar. Levanté la voz y
dije: "Queridos alumnos y alumnas y todos los aquí presentes: Vamos
ahora hacer una mitzvá todos juntos. Voy a decir dos berajot
y ustedes responderán Amén". Les expliqué qué es el Amén
y les conté que en la primera berajá agradecemos al Todopoderoso
por la mitzvá de prender las velas, y en la segunda, le
agradecemos por los milagros que hizo y hace Hashem con nosotros. Subí
más el tono de mi voz, cerré los ojos y recité la primera berajá
con todo mi corazón. Cuando escuché el tremendo Amén de todos los
niños juntos, supe que se había cumplido mi petición. Se había
santificado Su Bendito Nombre. Lo veía en los ojos y en las caras de los
alumnos, y lo escuchaba en los aplausos de los padres y en todo el mundo.
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La
segunda berajá ya casi la dijeron en coro conmigo y respondieron Amén
con todo el corazón.
Relato tomado del libro notas Breslev, muchas gracias.
Agradecemos
y bendecimos por el mérito de Rabi Najman a: Rav Eliezer Berland Shelita y a
toda su familia. A Menajem Yitzjak ben Rajel. A la querida familia Ben Moshé.
A nuestro
amigo Natalio Leiderman. A la familia Dayan.
Salud
y larga vida a Manfred ben Sima, Reuven ben Bety, Luzer Menajem ben Rajel,
Tzipora bat Java, Yehiel MIjel, Sara, Najman y Odel bnei Tzipora , Baruj Beno
ben Sharaga Yitzjak y a toda su familia.
SHABAT SHALOM
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